Lo que queda de un mal día a veces puede ser un buen recuerdo

28 junio 2006

Satélites

Even a angel can end up falling... Cancioncitas de verano en mis orejitas yuyu. Ya llegó, mañana es mi último día aquí, no se por cuanto tiempo, pero ahora mismo eso no me importa demasiado. Recoge la maleta y llevátela a casa, después de tres años paseandola por Granada, sin saber si te vas o te quedas, con la esperaza de irte y la profunda tristeza de no quedarte, con la esperanza de encontrar nuevos amigos y la profunda tristeza de echar en falta a los de siempre... mi vida siempre continúa en linea recta por el camino de la incertidumbre, a la que hace años me acostumbré no de la mejor manera. Buscando la mayor razón para irme y la más mínima excusa para quedarme. Hoy el pasado ha vuelto a mi vida, lo cual me gusta, pero acaba por desesperarme, porque me parece que esta es la misma historia de nunca acabar, aunque me viene dando lo mismo... pensar que todas estas cosas han pasado "a pesar de" y no "por" me gusta, me da la seguridad de que ha cambiado algo en mi vida sin tener esa mala sensación de estar persiguiendo algo que no es para mi, sabiendo que lo que voy persiguiendo es sentir lo mismo que sintió quien vivió cosas como las que estoy viviendo yo ahora. ¿Qué sería de mi vida si no? mis inquietudes inexistenten se han convertido en paseitos por el mundo y relaciones internacionales sin salir de casa, mi obsesión por la moda (XDDDD) se ha convertido en camisetas de Versace y zapatos de diseño, mi pasión por vivir se ha convertido en vida. Transformarnos en lo que somos es una camino que no podemos evitar, no hay ningún atajo que llegue a nosotros mismos en el que podamos ahorrar tiempo. No tenemos esperanza en cuanto a vivir.
Es cierto que en ese enorme lago de alegría, euforia y agitación de mi vida hay una pequeña mancha de pena, tristeza y sentimientos incompletos, pero eso ahora no me preocupa en absoluto, me la trae al fresssssscoooo, me la pela, me da lo mismo. Y así. Ahora soy yo, sin más.
Tengo infección en las vias urinarias, en uno de mis quistes gingiviales, un grano como una cabeza nuclear en mitad del sobaco y una contractura en el cuello, pero puedo asegurar que en mi vida me he sentido tan bien como me siento ahora mismo. La egolatría comedida ha vuelto a mi, y al que no le guste, que se acueste. Ni una justificación más, ni un minuto más perdiendo el tiempo en cosas que no tienen sentido, ni una miserable palabra de desaliento paseando por mi mente. Nada, se acabó. Ahora soy yo, sin más.
Dejo mi huella aquí para cuando vuelva, es lo que quería y pensaba que nunca haría, pero lo he conseguido. Siendo yo, sin más.
Even an angel can end up falling, dont´t u cry because u´r crawling, start again, it´s a beautiful morning for Satellites.

Leeloo, yo.

12 junio 2006

La sal de la vida

Esta foto me gusta, y como me gusta la pongo. Pasa que yo no soy hipertensa y le pongo cantidades inconmensurables de sal a todo. Pero vamos que la pongo porque me gusta, me recuerda a las comidas de navidad con mis amigos. Y como de hecho, es de la última comida de navidad con mis amigos, pues la pongo. y eso es lo que hay, al que no le guste que no mire.
Todo es porque en la mierda de Deviant art no me dejan subir una cosita que he hecho porque el archivo no es compatible, me piden una preview y cuando la pongo me dice que el archivo no es compatibe. La convierto en JPEG y tampoco me deja. La intento subir aquí con el picasa y tampoco puedo abrirla, así que me cabreo y pongo una foto mia (by Fran) en la comida de Año Nuevo de los Basurillas. Que bonito, cuando todavía estaba delgada y tal y cual. A ver si así me dan ganas de no ponerme más como una vaca. Paz y amor.

Leeloo, mal de la cabeza. Posted by Picasa

11 junio 2006

Lecciones de Autoestima

Bueno, pues viendo la cantidad de halagos que he recibido en mi anterior post, quiero dar las gracias a todos mis amigüitos por esas alabanzas que le ponen al autoestima a cualquiera en el cometa Halley. Vamos, que da gusto salir a la calle después de leer esas cosas. Esto de saber que todo el mundo me va a echar de menos y se va a acordar de mi mientras me encuentre en la lejanía que supone vivir a la derecha de los Alpes austríacos, cerquita del tirol, etece etece me inunda de alegría y satisfacción. Pero vamos, que nada me va a llenar más que el dia que vengais a verme, mamones, que mucho hablar pero después nada de nada (esto es psicología inversa, a ver si cuela). Y ya la sorpresa mayor ha llegado cuando me he enterado de que a Nana le han dado permiso pa que se tire una seman conmigo allí... Y yo que no quepo en el pellejo: Cris, Nana, Inma, Fran... y todos, todos mios (mi tesoooorooooo). Os voy a meter a todos en una urna de cristal y no os voy a dejar salir... sobre todo a Cris, que esa se me escapa a por ahí to lejos... ¡¡¡Mios todos!!! ¡¡¡no los comparto!!! me los voy a coser a la piel, los voy a raptar y no voy a pedir rescate... Ya sé que suena sádico, pero es que me da lo mismo. Mios todos.
Normalmente soy mucho más celosa para mis amigos que para mis parejas, pero es lo malo que tiene ser una chica de pocos amigos. Y saber que hay personas con las que he conseguido superar la barrera de la "incomodidad del silencio" me hace sentirme más ancha que larga (lo cual es dificil) porque cuando el silencio con una persona ha dejado de ser desagradable, entonces sabes que no hacen falta las palabras para miles de cosas.
Me gusta lo que siento cuando leo esas cosas. Y es algo inexplicable, pero es una de las mejores cosas que he sentido en mi vida.

Leeloo, que solo puede decir: "Muchas Gracias De Nada"

09 junio 2006

Un piso con balcón

Es muy tarde, probablemente demasiado para estar despierta. En la calle hace algo como 28 grados o así, y cae una de esas lluvias de verano que dejan la calle peor de lo que estaba. El agua que cae se evapora y hace que se quede la piel pegajosa y desagradablemente húmeda. Eso señores, es el eterno verano de las ciudades y pueblos de interior. No me molesta, el verano me gusta porque yo no soporto el frío como condición climatológica (a pesar de que yo sea un témpano de hielo, y cada día más), pero normalmente, en mi caso, en verano se terminan la mayoría de las cosas que no quiero que se acaben. La gente tienen esos romances veraniegos con las personas que conoce en vacaciones, esos amores de verano adolescentes que nunca se olvidan, según dicen, y que terminan con la llegada de los días de curso seguidos de noches frescas y retorno a la rutina. Yo nunca he tenido uno de esos, para que nos vamos a engañar.
Para mi, esto no se desarrolla de la misma manera, es decir, yo lo hago al revés. Espero a que llegue el verano para encontrar algo que me fascina, y cuando esos días de calor insoportable, té frio, helados y baños de agua helada llegan, es cuando para mi se acaba todo. Compro "sentimientos con fecha de caducidad", algo muy cómo por mi parte, ya que lo que me gusta es no tener que complicarme la vida en exceso al lado de nadie, gozar de las ventajas de manter la mente ocupada con la libertad de hacer lo que me parezca mejor. Y eso señores, eso no mola nada. Porque las cosas que caducan sabes que no se pueden conservar. Y cuando quieres alargar el tiempo para que no se acabe lo que tienes y comprendes que es inútil, ya no hay nada más que hacer. Ya no quiero dejar nada más atrás por nadie, pero tampoco quiero abandonar lo que siento o puedo llegar a sentir en un rincón del armario con los jerseis de lana que he usado durante esta temporada y que la que viene no voy a tener a 3000 km de casa.
La semana pasada se despertó de nuevo esa extraña melancolía que se había escondido en el fondo de mi estómago al mirar por la ventana y comprender que todo lo que he vivido aquí no va a estar esperando hasta que vuelva, que no es un verano sino todo un año, que ya no veré esas ventanas llenas de estudiantes pegandose la gran fumada, practicando el amor propio, hablando con sus amigas por teléfono o estudiando al sol para aprovechar y no volver demasiado descoloridas a casa, que el tiempo aquí se ha terminado en parte para mi y que siempre dejo las cosas para el final, cuando tengo la certeza de que se acabarán muy a mi pesar. Me da pena, pero como siempre, no tanta (o al menos eso intento). No hay sido un año productivo academicamente hablando, pero lo demás llena muchos vacíos que tenía ya de antes. Me gusta echar de menos, sin eso no me siento viva, pero a veces me come la desolación. Que le vamos a hacer, esto no es más que un puto carrusel en el que suena la campana para bajar.

Leeloo, empezandolo todo en (y no por) el final.

05 junio 2006

Un niño enano

Mis padres, cuando yo iba a nacer pensaron que yo iba a ser un niño. Un niño enano. Un Fernandito, pequeñito como mis hermanas. Pero no, les salió la cosa al revés, una niña gigante. Que le vamos a hacer, un pequeño error de cálculo que se desestimó en el momento de mi nacimiento. Me acabo de acordar de esto porque es la historia que me cuenta mi madre todos los años por mi cumpleaños. Falta mucho todavía, pero hablando con mis compañeras me he acordado de eso.
La ropa no me cabía, la habían compado del tamaño de mis hermanas mayores, nací fea y arrugada con la clavícula fuera de su sitio, había tragado líquido amniótico y estaba cocida como un repollo. Tenía la misma cara de mi abuelo Juan, el padre de mi papá, y la familia me reconocía por eso detrás del cristal del sitio donde estaban las cunas (que ahora no me acuerdo de cómo se llama), no tenía pelo y era más fea que mis cojones, más fea que cualquier niño que haya visto jamás.
Nevaba exageradamente en Cornellà de Llobregat (según cuentan) y mi tia y mis primos vinieron a ver a la longaniza que mi madre había parido. Todos allí para ver al moco.
Me acuerdo de estas historias cuando pienso en las infancias de la gente en general. He sido muy feliz en mi casa, nunca he sentido una carencia afectiva a mi alrededor, porque a pesar de algunas cosas ajenas a mi entorno familliar, he crecido dentro de una pautas de seguridad que no he perdido a día de hoy. Me gusta saber que he tenido una infancia tranquila y relajada.
No se por qué, hoy me siento un poco como cuando era pequeña, pero en la lejanía. Quiero decir, me siento segura y protegida aunque estoy lejos de casa, y me gustaría pensar que también voy a sentirme así cuando esté más lejos aún, sin miedo de sentirme sola, sin temor a no conocer a nadie, sin complejos ni dudas, y sin ningún obstáculo en mi vida en general.
Quiero sentir la independencia que te da encontrarte sola físicamente y acompañada moralmente. Porque como dijo un gran filósofo "Uno nunca está solo si está bien consigo mismo".

Leeloo, adorando a ese gran filósofo que es su padre (creo que eso ya lo he dicho otras veces, pero no me canso de repetirlo)

01 junio 2006

Dream Sequence

Bueno, pues ya he conseguido podcastear mi blog... Todo un reto teniendo en cuenta que soy una negada de la informática. De momento sólo tengo un par de cancioncillas, pero pienso seguir poniendo hasta que me canse. Espero que os guste, porque no lo pienso quitar...
Ahora le ha dado al tiempo por ponerse a llover, lo cual teniendo en cuenta que hoy es día 1 de Junio es un poquito raro, más que nada porque deberíamos estar asandonos de calor, sudando la gota gorda y tirando de las camisetas con menos tela del armario. Pero no, se ha puesto a llover y nos ha jodido la marrana. El año pasado por estas fechas estaba yo tirada en la playa, poniendome burdeos y exponiendome a las picaduras de las medusas (que por cierto una me picó y me salió una ampolla de tres pares de cojones), y por las noches tomandome un heladito en la fuente de las batallas o en Los Italianos bebiendome una horchatita muy rica. En fin, lo que tiene el cambio climático es esto, que le vamos a hacer.
Como es normal en estas fechas, saco el repertorio musical de Canciones Veraniegas, que incluye entre sus filas títulos como "Opa Opa", "I like u", cualquier tema de Aqua y cosas de ese estilo. Pero como el tiempo no acompaña, me dedico a audiar (como diría nuestro adorado/odiado Alex de Large) musiquita de la que mis amigos denominan "rara", que no sé yo porqué será eso, para ahuyentar a los malos espíritus. Ahora toca "Dream Sequence", de Amon Tobin. Si sale el sol, "Ave María" de Bisbal.

Leeloo, que le gusta escuchar cualquier cosa que se le meta por los oidos (menos los Gipsy Kings, que eso es mucha tela)