Lo que queda de un mal día a veces puede ser un buen recuerdo

26 febrero 2010

Divina de la muerte

Justo, divina de la muerte.
Mientras las, ya excesivamenta citadas en este blog, "Dead Flowers" van poco a poco echando raices dentro de mi escaso y poco entrenado cerebro (70% serrín, resto antimateria), yo voy escuchando canciones que me recuerdan que hoy me siento divina de la muerte.
He terminado los exámenes, aunque no por mucho tiempo, la estadistica ha sido mejorable, pero a mi me falta ambición, y la verdad, hoy solo tengo ganas de pensar en lo que va a pasar esta noche.
Porque hoy toca, porque hoy es el día de dejarse llevar de un bar a otro por la corriente de la gente que me rodea.
Hoy me faltan palabras para describir la euforia, me falta el tiempo para pensar en vanalides, me hacen falta más horas para esquematizar mentalmente la noche, pero en realidad quiero que llegue ya. Sé que no es más que salir, pero a mi me hace falta. Porque noches como la de hoy me recuerdan lo que fuí y lo que soy, me transportan al tiempo en el que no encontraba mi sitio para rememorar que está justo aqui, me dicen que ya no hay motivos para pensar que nada volverá a ser lo mismo, porque lo mismo era algo dañino y solitario, y desde luego, no quiero que retorne a mi vida.
Siento que las cadenas invisibles que un día me ataron ahora han desaparecido por completo. Tengo la vaga impresión de que he desperdiciado, no toda, porque lo que se hace con anterioridad no puede mirarse con los ojos del presente, mi vida, pero me doy cuenta, paso a paso, que todas las etapas vienen a nuestra existencia por algo.
Ahora me siento yo, soy lo que soy, no necesito nada más, porque ahora tengo a mi lado algo que a lo mejor no me merezco, y por eso lo agradezco cada día, pero lo tengo. Ahora me doy cuenta de que las segundas oportunidades son reales, de que no todo el mundo mira a través del mismo cristal, de que hay personas que ponen otro color a cada día que pasa.
Un instante se magnifica hasta hacer un recuerdo que no pasa desapercibido, y eso es suficiente para saber que dentro de mi nunca se borrarán ciertos recuerdos.
Me liberé de mi anclaje con el pasado, y me he dado cuenta de que lo que he encontrado, o más bien, retomado, es lo mejor que me ha pasado.
Esta noche volveré a ser una diva a vuestro lado, tomando consciencia de que, cerca de vosotras, soy la persona más especial cada segundo que trancurre.
No hay más, solo dar las gracias.

Leeloo, diva!

17 febrero 2010

Kann nicht ohne dich bleiben...

Anoche volvió a pasar. Sentada en el sofá, después de la cena como de costumbre, volví a tener ese sentimiento que a veces me agobia en exceso. Me dí cuenta de lo mucho que te echo de menos. Tanto que a veces me duele.
Anoche sentí que necesitaba tenerte cerca, o más bien, estar cerca de ti, sentí que mis ganas de ti iban en aumento a cada minuto y que no solo no iban a desaparecer, sino que cada vez iban a ser más patentes...
Sentí que necesito tu olor y tu frio, que a mi se me antoja calor, que necesitaba volver a estar dentro de todos tus recovecos, que quería tocarte y mirarte como cada día lo hacía, con la impaciencia de aquel que no sabe cuando será la siguiente vez que mirará lo que sus ojos ven...
Sentí la sordidez de mis actos, pues fui yo la que te dejo en la estacada, allí, cuando sentí que necesitaba alejarme de ti sin saber muy bien porqué... sabía que te dejaba con la desgracia de que querría volver a verte, querría volver a ti, a tu belleza a veces incomprendida... quería que tu cultura fuera otra vez mi hogar, que esas horas que pasé disfrutando contigo volverían a mi memoria cada uno de los días de mi vida, con la certeza de que no podría volver a vivir sin ti... sé que te dejé porque las circunstacias me obligaron, porque debía dejar paso a nuevas experiencias, a otros mundos, a otras personas... te abandoné, aún sabiendo que tu no me echarías de menos y yo lo haría cada segundo tras un tiempo prudencial...
Aún no me explico porqué estaba tan segura en ese momento de que no me harías falta nunca más, cómo pude ni tan siquiera pensarlo, tenía la sensación de seguramente sólo necesitaría saber de ti de cuando en cuando, pero anoche se volvió a hacer patente en mi vida la necesidad de verte otra vez... aunque sé que tu no me echas en falta, que probablemente no te acuerdes de mi, o que si lo haces sea muy esporadicamente, en algún rincón de tu historia...
Te echo tanto te menos... y sé que nos volveremos a ver, pero es tan duro saber que no encuentro el momento...
Pero una cosa es segura, y es que vivo con la esperanza de saber que el momento de verte está cada vez más cerca y ya queda menos para ese reencuentro.
Viena, te echo de menos, cada día un poco más, sin deceso. Y tarde o temprano, volveremos a encontrarnos. En Schwedenplatz, en Flex, en el Prater o junto al Danubio. Eres parte de mi vida, y aunque yo solo sea una pequeña parte de la tuya, el subconsciente me dice que nuestras historias volverán a cruzarse.

Leeloo, Wienerin von Hertz.


P.D.: Ryanair por dios!!! baja ya los vuelos a tus céntimos habituales!!!!!!