Lo que queda de un mal día a veces puede ser un buen recuerdo
20 marzo 2006
Adiós...
Te vamos a echar todo de menos. Volveremos a vernos. Te quiero mucho... Siempre lo he hecho. Besos abu, no te vayas lejos.
1 comentario:
Anónimo
dijo...
La abuela de los nietos guapos (gracias por lo que me toca) Me lo han contado estos dias, yo no lo recuerdo, quizas porque por aquella epoca no tenia mucho uso de razon, no es que ahora lo tenga. Me dicen que cuando nos juntabamos todos en Malaga y saliamos los cinco nietos con mi abuela eso es lo que le decia la gente.Creo que es totalmente discutible lo de los nietos guapos, al menos en la actualidad pero lo innegable es otras cosas que siempre le tendre que agradecer a mi abuela. De ella aprendi el sentido de la palabra familia que yo corria el riesgo, por circunstancias que algunos conocen y otros no tienen porque conocer, de no llegar a entender. Me gustaba sentarme con ella y escucharle las historias de cuando ella era una niña y su familia trataba de sobrevivir en medio de una guerra y de como ella aprendio a ser fuerte a fuerza de golpes que le dio la vida y me admiraba cada vez mas de como pudo salir airosa con sus dos niñas en medio de las dificultades que podia encontrar una mujer sin marido en la españa de los cincuenta. En fin, lo de los nietos guapos no esta mal, pero abuela lo realmente bello nos lo has dejado dentro y eso al contrario que la belleza nunca se perdera.
1 comentario:
La abuela de los nietos guapos
(gracias por lo que me toca)
Me lo han contado estos dias, yo no lo recuerdo, quizas porque por aquella epoca no tenia mucho uso de razon, no es que ahora lo tenga. Me dicen que cuando nos juntabamos todos en Malaga y saliamos los cinco nietos con mi abuela eso es lo que le decia la gente.Creo que es totalmente discutible lo de los nietos guapos, al menos en la actualidad pero lo innegable es otras cosas que siempre le tendre que agradecer a mi abuela. De ella aprendi el sentido de la palabra familia que yo corria el riesgo, por circunstancias que algunos conocen y otros no tienen porque conocer, de no llegar a entender. Me gustaba sentarme con ella y escucharle las historias de cuando ella era una niña y su familia trataba de sobrevivir en medio de una guerra y de como ella aprendio a ser fuerte a fuerza de golpes que le dio la vida y me admiraba cada vez mas de como pudo salir airosa con sus dos niñas en medio de las dificultades que podia encontrar una mujer sin marido en la españa de los cincuenta. En fin, lo de los nietos guapos no esta mal, pero abuela lo realmente bello nos lo has dejado dentro y eso al contrario que la belleza nunca se perdera.
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