Al llegar a Viena, de camino desde el aeropuerto, me di cuenta, a pesar de que eran las 12 de la noche, de que la capital austríaca, sin diferenciarse mucho de las demás del mundo, estaba llena de obras. Eso me hizo tomar conciencia de algunas cosas, un podo transcendentales, pero al fin y al cabo, importantes para mi en ese momento. Una de ellas es que, el mundo, se encuentre uno donde se encuentres, siempre es el mismo mundo para todos. Llegar aqui, tener un chasco detras de otro y a pesar de todo, sentirme bien, me dió que pensar, porque no me sentí desplazada de este lugar a pesar del idioma, de las trabas que me he encotrado, y de la soledad a la que, pensé, me enfrentaba.
Venir aquí, más que una odisea de estudiante supone para mi un reto personal, quiero saber cómo se comporta mi "yo" real en situaciones límite, en circunstancias en las que cogería mis maletas y me iría a casa, rindiendome a mi falta de voluntad o de confianza en mi misma. Ahora sé que me estoy convirtiendo en adulta, que ya poco me queda de párvula, que los años que he dedicado a hacer el polla por la vida están llegando a su fin, a pesar de que toda la gente dice que el mejor año de tu vida es el que te vas de Erasmus. Yo ya no se que creer, porque me da la impresión de que, cuando vuelves, te das cuenta de lo poco que te queda para dejar de crecer.
Eso me ha llevado a darme cuenta de una cosa: la gente en la vida tiene prisa. Tienen prisa porque son, aunque "in the back of their minds", conscientes de que el tiempo pasa a una velocidad que no puede ser ralentizada, a un ritmo imparable y arrollador que no evade a nadie. Pero a pesar de eso, sus prisas nada tienen que ver con eso, no quieren vivir la vida, sino llegar puntuales a las citas, coger el metro lo mas pronto posible, llegar primeros al trabajo... En la escalera del metro, he tenido otra "revelación" absurda. La gente se alinea a la derecha (en todas partes, vaya, no solo aquí) para dejar paso a la gente con prisa. Yo camino por la calle despacio, dejo pasar el metro si estoy comiendo en la parada, miro atentamente cada lugar por el que paso, observo a la gente, escucho las conversaciones que, evidentemente, no puedo entender... y me alineo a la derecha en la escalera del metro, esperando a que la gente con prisa pase por mi lado dejando un hediondo rastro de intereses propios autoimpuestos. Me he dado cuenta de que, en la vida, lo último que quiero tener es prisa. Supongo que de alguna manera tiene que aflorar mi espiritu científico-investigador, paciente ante los eventos que deben ocurrir de modo natural.
No quiero dejar esto, me gusta esta estúpida ciudad, y digo estúpida porque lo es como todas las demás, a pesar de su historia, su belleza y sus monumentos, llena de gente con prisa. No quiero irme sin dejar mi impronta, me resisto a dejarlo, porque lo he empezado con mucho afán, y me doleria quedarme en mitad del camino para dar la vuelta y regresar.
Me quedo, prometiendome a mi misma dos cosas: no voy a dejar de ser una niña, y nunca voy a convertirme en alguien con prisa. I swear.
Leeloo, desde la capital austríaca, sin sentido del tiempo.
P.D.: El dia 1 hay elecciones aqui. Si me lo pierdo reviento.
Lo que queda de un mal día a veces puede ser un buen recuerdo
20 septiembre 2006
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4 comentarios:
Dime Leelo,
qué encuentras de Garp en la capital austriaca? es tal cómo la describe?
yo quiero saber....
Pues la verdad es que si... He encontrado la calle Grillparzer, la verdad, pero aún no he mirado si existe la pension... No estaría mal, aunque Viena es mucho mejor de lo que la describe Garp...
Hola fea!!
ça va? Bueno que estoy en el insti y como aùn no he empezao a trabajar pos te escribo...he llegado hoy aqui a las 8 de la maniana y nada...he estado tomando café en la sala de profesores y he conocido a un monton. por cierto una es de castro...nunca ha estado pero nacio alli. He estado rellenando papeles y ahora he auedado para comer en el comedor...me cuesta 1,80 la comida asi que no esta mal. He coprado una tarjeta de 18 euros pa comer 10 veces...joder el teclado no es qwerty... es azerty. y no veas el coniazo. Bueno creo que dejaré de escribir y me iré pa la sala de profesores a esperar a Cathérine, la mujer con la que vivo. Gros bisous vienesa!
Ah! los croasanes estan que te pees de buenos... y las chocolatines; napolitanas en espein ni te cuento.
Te vas a poner como una cerda preñada, tio... Traem croisants, que me pirran... pero tu no has probado las tartas de aqui, eso es que te caen dos lagrimones como dos bolsas de leche, que no lo sabes tu, que yo no estoy engordando no se ni porque... Paco, ni me leas que hoy tengo un ataque de la mas profunda felicidad. Tengo piso!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
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