No debería haber acontecido así, todo era mucho más sencillo, más fácil de otro modo... nadie lo esperaba, todos teníamos el corazón lleno de alegría y esperanza, la esperanza de que vieniera y no sacara de esa desgracia en la que nos vimos hundidos el 17 de marzo. Tendría que haber llegado, llenado todo de color, inundándonos de altruismo, distrayendo nuestra tristeza hacia otro lugar.
Ahora ella tiene que borrar un amor incompleto, un amor que le profesaba a esa criatura que le daba la vida después de tantos años esperando, que llegaba en el mejor y peor momento posible, tiene que eliminar de su corazón cualquier atisbo de cariño, de un cariño que sólo tienen las madres por sus hijos porque forman parte de ellas. Tendrá que deshacer todo lo que sintió y esperó durante 8 meses en los que era la persona más felíz del mundo, en los que se sintió especial por hacerlo todo por ella y por su otra ella, y tendrá que volver a empezar con el mal recuerdo de todo lo que ha pasado. No tiene la culpa, la culpa no es de nadie, si de ordinario no pueden buscarse culpables para miles de cosas, en estos casos no es más que un fútil esfuerzo que no lleva a ninguna parte.
Tendrá que olvidar todos los sentimientos que ha tenido durante este tiempo. ¿Cómo va a volver a ser la misma persona? ¿Cómo puede nadie recuperarse de algo así? La gente se lamenta cuando pierde a su pareja, ¡qué vanalidad! he perdido tanto en este tiempo en ese sentido... y nunca me he sentido como ahora, ya no siento pena por nadie que pierda un amor que viene del exterior. ¿Porqué a ella? ¡No lo merecía! ¡ella no! ¿Porqué? No puedo dejar de preguntarlo. No puede imaginarse lo que siento en estos momentos, no puedo más, quiero que el tiempo vuelva atrás, que no haya pasado nada, ¡no quiero que sufra! no quiero que ame algo que no ha llegado a ser pero que fué algo más que lo que no es. No quiero, me resisto, ¡la desesperación me roe las entrañas! mi mente se cierra a toda comprensión, es una catástrofe, no puede ser así, quiero despertar de este mal sueño...
¿Dejará secuelas para la próxima vez? Siento pánico al pensar que la siguiente (porque a pesar de todo lo malo hay algo que me dice que una vez más es segura) pueda ser traumática, que no sentirá el mismo amor o que será un amor incompleto. No quiero que lo pase mal, y me ahoga en desesperación el saber que no puedo hacer nada para protegerla. No puedo, es inevitable.
Sólo espero que pase todo, que vuelva a la normalidad, que no caiga en un agujero del que no pueda escapar y que encuentre de nuevo lo que buscaba, sabiendo que la siguiente llenará su vacío y podrá empezar desde cero.
Leeloo, temiendo más a la vida que a la muerte.
Lo que queda de un mal día a veces puede ser un buen recuerdo
05 noviembre 2006
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