Otro día más que pasa... y otro mañana que parece que nunca va a llegar. Trato de escuchar con la mayor atención esa canción que últimamente tanto me ronda la cabeza y cuya letra sólo tiene tres o cuatro frases (Focus on sight, Thievery Corporation) mientras miro por la ventana y cada uno de los ladrillos de las paredes de este cada vez más extraño lugar se me caen encima sin tener muy claro el modo de esquivarlos. Estos últimos días has leído mi blog y has preguntado si estaba mal. Ahora puedes empezar a preocuparte, porque realmente no estoy mal, pero empiezo a dudar el hecho de encontrarme completamente bien. Sinceramente, cada día que acaba en mucho peor, porque augura la llegada de un día en el que el único sentido que tiene levantarse más temprano es pasar más tiempo sola, sola en la calle, en la universidad, en casa, en mi cabeza, sola en mi piscina de pensamientos inconexos que no dan ningún fruto, sola en mi cuerpo, sola, sin nada que hacer ni que decir, sin nada que aclarar, sin ninguna esperanza de sentirme acompañada. Sola mirando mis creaciones con entusiasmo y dándome cuenta de que lo que con tanto afán intento terminar, al fin no me gusta, sola mirando líneas pintadas en un papel que no dicen nada, sola leyendo libros que no me gustan pero que distraen mi tiempo y mi angustia. Sola, y encima sin tabaco.
Sin embargo, durante algunos momentos de esta soledad, en un vago intento de no perder completamente la cabeza y tirarme desde el cuarto piso en el que vivo, me fijo un poco en las cosas más pequeñas que tengo a mi alrededor. Cosas que no puedo o no sé explicar, pero que están ahí, esperando a que alguien las mire y las reconozca y las tenga en cuenta, y observo que yo soy una de esas pequeñas cosas que anhelan ser consideradas por los ojos de los demás. Vengo de un extraño mundo en el que la gente me conoce como Natalia, de un bizarro lugar en el que las personas saben quién soy, en el que me he convertido en un trozo más de la tarta y que nadie se extraña de mi comportamiento. Es un buen lugar para pasar los días, mi mundo, donde todos somos un poco raros sin intentar serlo demasiado.
Sin querer, echo en falta cada uno de los pegotitos de plastilina que forman mi bolita de colores. Aquí me canso de frenar mis tentaciones, mis sentimientos y (probablemente lo más molesto) mi vocabulario, de fingir que me importan las cosas menos de lo que en realidad lo hacen, las emociones me abofetean la cara sin apenas darme cuenta de como llegan, sólo sabiendo que pasaron por ahí una vez que siento el dolor. Y me canso de aguantar una vela que no es mia, porque la cera me quema los dedos y levanta ampollas en lugares que ya había olvidado que se encontraban entre los recovecos de las líneas que la cruzan.
Un reencuentro con el pasado me ha llevado a esta foto, que por supuesto no he tomado yo. Es un tanto impactante, el original tiene aproximadamente unas 17", y el individuo que se encuentra sobre mi nombre es Jesús. La foto me trae malos recuerdos, no es algo que se hiciera "por" sino "a pesar" de lo sentido, y aunque se trate de uno de mis Hand Made Presents , no puedo evitar que me evoque un poco de encogimiento, por una parte porque me hace sentir aún más sola, por otra, porque me llena de dolor. Y por la restante, porque hay cosas en mi estado de animo que simplemente no me apetece compartir.
Puede que sea una ególatra, y es muy probable que a veces peque de egoísta. Es casi seguro que tengo muy poco que decir, y aplastantemente cierto que estoy llena de defectos, mucho más que de virtudes. Pero lo único seguro encuentro en estos momentos es que no me merezco sentirme así, porque nadie, ni siquiera aquellos que un día nos hicieron sentir desdichados e incomprendidos, merecen algo tan amargo. Porque al fin y al cabo, sentirse solo es abandonarse a si mismo, a veces por hechos que no se pueden controlar. Y perderse a si mismo es perderlo todo (Dios mio, dónde estaria yo ahora si no tuviera un padre filósofo??? ^^)
La foto es una vista aérea de la playa de Cabo Roig, Orihuela (Alicante), donde a final del verano acababa roja como una gamba y con los brazos pelados de la tabla de windsurf que nunca supe de dónde había salido. A menudo me quedaba de pie, mirando al agua y escuchando el murmullo de las olas que me adormecían mientras me achicharraba por completo sin apenas darme cuenta. Me hacía gracia mirar mi pelo de un rubio chillón y mi cara tan rosa en el espejo, y la manera en que se tragaba el after sun ^^, parecía una auténtica guiri. Respira hondo, tarda más en exhalar que en inhalar, cuenta diez, respira hondo... se me caen los párpados pensando... Traurig, zu traurig...
Leeloo, mirando en el fondo de un abismo sin fin.
P.D.: No te vayas a preocupar ahora por pegos, que luego me dices "es que escribes unas cosas...". Para contarte mi aburrida vida erasmus ya tengo el messenger ñiajajajajajaj!!!! (dios, ya te veo, mañana rayándote la almendra... si nos conoceremos ya... ajjajajajaja). Suerte en tu concierto de Hora Zulú, que te da por unas mierdas... te lo perdono porque son de granada, si no... ^_^
P.D.II: Mmmm!!!! Otra vez colorcitos!!! ^^
Lo que queda de un mal día a veces puede ser un buen recuerdo
21 octubre 2006
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1 comentario:
jaja,ya no keda almendra k rayar a no ser km lie con las cascaras,pero prefiero dejarlas hay tiras en el suelo k todavia puedo andar sin tropezarme con ellas.trankila k ahora km e puesto a escribir en esto se de k va la historia,tienes razon,no t a petece decir"tia jeni k fiesta la de anoxe"eso no llena.ah!ya t e enviado las fotos pero no se si llegaran...para k coño t sirve el movil?arriba hora zulu!
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