Lo que queda de un mal día a veces puede ser un buen recuerdo

24 mayo 2006

Arquitectura Efímera

Tengo ojeras. Pero ojeras en mayúscula... La cuestión es que como siempre, procuro ir dejandolo todo para el último día, cuando ya tengo el tiempo tan pegado al culo que me molesta para sentarme, y entonces es cuando llega el momento en el que me pongo a intentar hacerlo todo. Todo todo y todo. Y claro, ahora arrastro un cansancio que te pasas y cuando termine tendré que hacer dos cosas:
1. Pegarme una juerga que ni los romanos.
2. Pasarme 3 días durmiendo sin salir de la cama ni para mear (pienso sondarme, ojo)
Lo bueno de todo esto es que estoy haciendo un mérito para que me canonicen en la Iglesia de la cienciología.
La cuestión es que cuando una tienen menos ánimos para nada es cuando el mundo se da la vuelta y te da de culo, y entonces viene una ráfaga de aire frío a 130 km/hora que te corta la piel de la cara e intenta llevarte, mientras tú te aferras tristemente a la primera farola que encuentras para evitar que el aire te lleve a un lugar que no conoces pero al que estás seguro de que no quieres ir. Y te ves ahí, agarrada a tu farolita, que cada vez estás más cansada de agarrar, y el viento soplando cada vez más huracanado... y las manos se te escurren cada vez más, y al final te dejas llevar por el viento porque mientras esperabas a que amainase el temporal has decidido que ya no te queda más remedio que resignarte a lo que hay... mientras te lleva el aire, vas pensando en tu farola, todo lo que la echas de menos, todo que ha supuesto para ti desde que ha empezado a soplar el viento, a pesar de que ha sido una fígura vacía de todo sentimiento, pero no has tenido nada mejor en lo que pensar en el tiempo en el que sentías que te llevaba el huracán.
Toca resignarse, a ver que le vamos a hacer... Tampoco me va a doler en exceso, más que nada porque el mundo en el que vivo de puertas hacia dentro me mantiene flotando en una extraña piscina de formol en la que nada ni nadie puede entrar a molestarme. Es mi mundo y lo construyo como quiero. Para eso es mío.
Yo dije "esta es la última vez que nos vemos". Y hay que tener en cuenta que YO siempre tengo razón (XDDDDD).


Leeloo, en la Arquitectura Efímera de su universo paralelo.

1 comentario:

Perraca de Utrera dijo...

Hay millones de ellas... Incluso hay algunas que están en frente de nuestros ojos, muchoás asequibles y que no vemos porque no queremos.
Iba a corregirte lo de la desventaja, pero después de leerlo un par de veces me he dado cuenta de que es verdad XD.

Para que veas, de la familia y nos hablamos por el blog... Tienes más razón que un santo. El mundo se está incomunicando...