Lo que queda de un mal día a veces puede ser un buen recuerdo

22 mayo 2006

Recuerdos de cosas que nunca viví

Recordar es curioso. Es un acto que la mente lleva a cabo de una manera parecida a cuando alguien busca un objeto que sabe que tuvo y que ha visto pero no sabe bien donde, y entonces desesperadamente abre ese cajon/puerta/armario/caja para comprobar que está allí. Es lo mismo pero de manera involuntaria. Abres un bote de perfume/champú/el cajón de la ropa limpia y percibes un olor. Tu mente de inmediato busca entre esos recobecos y encuentra algo que te ha evocado esa sensación.
Yo casi nunca me acuerdo de la cara de la gente, de apenas nadie, sólo de algunos rasgos significativos que al verlos me recuerdan a la cara de esa persona, o que al pensar en esa persona sólo veo esos rasgos... como quiera verse.
Pero acordarse de la gente no es sólo acordarse de su cara. Yo me acuerdo cada día de personas a las que hace años que no veo, o incluso de personas a las que no les he visto la cara directamente nunca. A veces, acordarse de esas personas sólo por sus gestos es mucho más facil que recordar la cara de personas a las que ves cada día y pasan de largo por tu vida. Casi nunca recuerdo mi cara o la recuerdo distorsionada.
Lo que intento decir es que recuerdo más frases tuyas, sólo frases que he leido, más que la cara de mucha gente con la que he pasado millones de horas. Recuerdo más risas y buenos ratos que rasgos de tu cara, porque han sido más importantes las madrugadas que he pasado leyendo tus chistes y frases ingeniosas que muchas cosas que oigo a lo largo del día y supuestamente debería recordar. Puede parecer estúpido, pero eres un gran amigo para mi sin llegar a ser alguien a quien veo. Es una paradoja, pero es cierto. Hablo más contigo que con muchos de mis amigos de toda la vida, y a veces tengo la sensación de que sabes que para mi no hay nada más importante en este mundo que pasar un buen rato riendote. A veces creo que en otra vida también nos conocíamos. Otras pienso que los freaks como nosotros siempre se acaban encontrando en alguna parte. No tiene una explicación lógica/científica, pero a pesar de mi alma de chica de ciencias, esas son las cosas que más me gustan, porque lo controlable, al fin y al cabo, deja de tener misterio y se convierte en vulgar, aunque parezca, en muchos casos, fascinante. La busqueda de la racionalización es lo que hace divertidas a las cosas. Es el camino y no la meta.
Por eso, nunca se me olvidan las cosas de las que hablo contigo, que aunque puedan parecer triviales hacen que las horas se me pasen deprisa y que mis carcajadas resuenen en la parcial soledad de la estancia. Es lo que tiene, el mundo es extraño y esto me lo demuestra una vez más.
Sólo voy a pedirte una cosa: ¡¡¡¡¡mas frikadas de las tuyas por favor!!!!!
Para Mario (en mi lista de mejores amigos), que sabe hacer de horas vulgares momentos inolvidables.

Leeloo, ordenando recuerdos que adora y nunca quisiera perder (eso también va por ti, aunque no leas este blog o no lo entiendas)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola.
ES la primera vez k me eskriben algo tan bonito, kiero pensar k hay personas k tambien sienten al parecio,pero k no tienen el mismo talento para expresarse komo tu, o simplemente no piensas eso jeje.
He imprimio el texto y lo he guardao en un kajón de esos k hablas, aunke en mis kajones si desaparecen las kosas, kuando a veces, vuelvo mirar, me las eskonde un moro.. un tal al zeimer. Pero lo k esta klaro k esto nunka se me va a olvidar, y te kompensare x ello. Lastima k seas muy alergika al papel de los billetes, tendre k pensar otro regalo. Un beso wapa, nos vemos pronto.

Pd.: Se da el kaso de k tengo una kara muy bonita tmb. XDD