Hoy es un "buen" día. No porque sea bueno en especial, porque haga buen tiempo o porque los pajaritos canten en lo alto de las cornisas. Es un buen día porque así lo ha decidido la parte creativa de mi cerebro.
Vengo en el bus y la cabeza se me llena de cosas. Cosas que no son muy interesantes, pero que me apetece plasmar. Cosas que están llenas de significado para mi, y con eso basta. Cosas bonitas, pero incorpóreas que necesitan de mi ayuda para ser materiales. Será que hoy me toca House y cena de Pobres.
A pesar de que soy una persona de ciencias (puras y duras), me gusta el arte y todo lo que tenga que ver con él. Aunque no entienda mucho, pero me gusta. Y una de las cosas que más me gustan además (o en relación con) son los libros. Adoro comprar libros: de arte, de fotografía, novela, ensayo, guias de viaje, libros para niños, de colorear, educativos, didácticos... Cualqier cosa que tenga letras y pueda leerse. Hoy, como de costumbre, he entrado en una de esas librerías gigantes (a falta de una buena feria del libro) y he estado a punto de hipotecar mi comida de este mes. Quería todos y cada uno de los libros que veía en los estantes, quería leerlos, mirarlos, sentir lo que contenían cada uno de ellos, hacerlos parte de mi, disfrutarlos tanto como se puede disfrutar a las personas. Adoro los libros, todos. Y eso me ha hecho reflexionar. Puede parece una tontería, pero verme rodeada de libros me ha hecho acordarme de las veces que he intentado convencer a algunas personas que de que lean, y una cosa me ha llevado a pensar en otra, y otra en otra, y una reacción de pensamientos en cadena a llegado a su fin explosionando en mi mente como si de un átomo de uranio se tratara, y ese ha sido el pensamiento fina, el que ya no se va y que ha sido la conclusión de horas pensando tonterías.
Al fin, he llegado. Soy una persona renconrosa. Al máximo. No puedo perdonar completamete. Mi hemisferio izquierdo me lo impide. No soy capaz de completar una simple acción como es el perdón de aquellos que en algún momento me han supuesto un problema. Pero también sé que es rencor selectivo. Que es un rencor que influye a un 97% de las personas que conozco o con las que tengo relación. Es duro, para mi sobre todo, pero es.
A veces pienso que algunas personas a las que guardo rencor no se lo merecen, o tal vez es que ese rencor que siento por ellos se ve eclipsado por un rencor mayor hacia otra persona que aparece por nuevas circunstancias, pero no deja de existir.
Pero cuando me refiero a rencor, no quiero decir odio. Rencor no es odio, no pienso constantemente en aquellos a los que les guardo recor, sólo en ocasiones en las que hay algo relacionado con ellos que se materializa. Odiar significa prestar demasiada atención, y a la única persona a la que le presto tanta atención no la odio (ego).
Por otra parte, me doy cuenta de que retengo demasiadas cosas inútiles en la cabeza, recuerdos que a mi me parecen especiales y sin embargo, para quienen han sido partícipes de los mismos, no lo son. Recuerdo cosas que me hacen sonreir, y al intecambiarlas con aquellos con quienes las compartí, parecen no recordarlas o no darles demasiada importancia. Es probable que para mi, cada uno de los segundos que paso con la gente que me importa, sea un segundo que contar en mi vida, pero no por eso para los demás tiene que ser así.
Al razonar, pensar y exponer cada cosa en su lugar, todo encaja. El rencor está relacionado con recuerdos que no estamos dispuestos a eliminar, de la misma manera que todo aquello que nos parece especial. No se puede ser rencoroso sin memoria, pero tampoco se puede recordar todos los momentos buenos sin ella. Yo no puedo perdonar, pero tampoco dejar de valorar.
Me gusta mi manera de entender esto. A veces me quiebro la cabeza pensando en porqué los otros olvidan cosas que yo no olvidaría, ya sean buenas o malas. Pero no me gusta que todo sea igual, así como no me gusta que me sigan la corriente. Necesito puntos de inflexión para poder discutir (de buen grado) durante horas y horas.
Hay gente que opina que soy rara. Yo opino que todos somos raros a los ojos ajenos. Y por eso me gusta ser así.
Hoy quiero acariciar el mundo, estar en contacto con él. Y darme cuenta de que a mis ojos, todo el mundo es extraño.
Leeloo, preparándose para House y Cena de Pobres (Coína!!! Dejame un poco de queso para untar!!!!)
Lo que queda de un mal día a veces puede ser un buen recuerdo
09 mayo 2006
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
4 comentarios:
siempre hay memoria, tu leiste Garp no?
porque hasta un nihilista tiene memoria
Si, leí Garp... Por cierto uno de mis libros favoritos y al que llegué por el más puro error.
Y por supuesto, sin memoria dejamos de ser humanos, a pesar de que muchas veces cometamos el error de olvidar quienes somos.
He estado en tu blog, me gustan tus poesías, me parecen super profundas. Te mereces triunfar como escritor, en serio!!
El mundo segun Garp tambien es mi libro favorito, y tambien llegue por casualidad a él, lo encontre en un estante en una tienda de autoservicio, por el ofensivo (ahora ofensivo) perecio de 15 pesos, Garp me cambio la vida, seguire con las sensaciones,seguire leyendo tu blog, ahora no puedo, pues me enferme de los ojos y es un esfuerzo enorme estar en la computadora, es cribir no tanto, pero leer si.
...genial...sera usted algun dia un escritor de genio...qué digo, ya lo es...pero el tiempo es el tiempo...he visto este Blog por la casualidad mas grande...si le sirve de algo : lo felicito...
Francisco Viñuela
Publicar un comentario